Cuando lo que crees saber sobre ti mismo no es cierto

Hace poco un amigo me escribía un e-mail contándome que había viajado al "medio de la nada" con otras 200 personas para pasar en completo silencio una semana entera (sí, 200 personas juntas, pero sin hablarse durante una semana entera).

¿Una experiencia un poco extrema? pero él estaba feliz porque en medio de esa semana de contemplación y meditación había logrado mirar «hacia adentro» y había tenido una revelación... Se había dado cuenta de que tenía la idea muy arraigada en su mente de que no era merecedor de ser amado.

A pesar de ser una persona inteligente y saber que esta era una idea totalmente ilógica... en lo profundo de su mente lo creía.

Y esta misma idea lo había llevado a construir un negocio sumamente exitoso, a comprar una nueva casa muy cara, «matarse» en el gimnasio... todo para llenar ese vacío interior, y lograr el mérito suficiente para finalmente merecer ser amado.

La mayoría de nosotros tenemos creencias e ideas que no estamos dispuestos a cuestionar. O más aún, tenemos ideas sobre nosotros mismos que no podemos (o no queremos) ver. No podemos vernos a nosotros mismos tal cual somos. Para ciertas verdades somos «ciegos» psicoemocionales.

Recuerdo un paciente con sobrepeso que creía que necesitaba estar en una relación para ser feliz. Pero pensaba que nadie podría enamorarse de alguien de su tamaño. El creía que no tenía la fuerza de voluntad como para empezar a hacer ejercicio regularmente. Que no era una persona constante como para hacer una dieta.
Resumiendo: creía que no podía cambiar su situación, y que por eso estaba destinado a estar solo para siempre y a nunca ser feliz.

Él nunca había intentado hacer cambios saludables (a pesar de que lo necesitaba) porque creía que todas esas ideas y creencias que tenía sobre sí mismo eran totalmente ciertas. Simplemente no las cuestionaba, ni pensaba que tal vez no eran ciertas.

¿Qué cosas crees de ti mismo que te impiden ser feliz? Nuestras creencias no sólo nos limitan, sino que interpretamos lo que nos pasa a través de las ideas que tenemos de nosotros mismos, los demás y el mundo.

¿Cómo descubrimos estas creencias erróneas? El primer paso es serenar la mente y empezar a "prestar atención" a que es lo que pensamos. ¿¿Qué ideas surgen en mi monólogo interior?? ¿Hay un patrón emocional o de comportamiento que estoy repitiendo? Pero para esto hay que callar la cháchara mental y "mirar" hacia adentro (básicamente lo que aprendemos a hacer en el Dojo virtual de Psicologia Zen).

Y cuando te encuentres con alguna de estas creencia que te limitan, pregúntate: ¿Qué nuevas posibilidades surgirían si acepto que esta creencia puede no ser cierta?


Para reflexionar te dejo este video de Caroline Casey, donde da una charla que nos desafía a ver más allá de los límites que creemos tener.


Para ver los subtítulos en español, ir a available subtitles y elegir "Spanish".


Comparte esto:    Facebook Twitter Whatsapp