¿Cuántas veces sentís que te gustaría saber cómo eliminar los pensamientos negativos y controlar las emociones?
María quería renunciar a su trabajo “ya mismo!”. Había tenido una discusión con su jefe sobre un desacuerdo.
Y se fue del trabajo pensando:
Y se fue del trabajo pensando:
“No me entienden. Nadie “entiende” lo que estoy haciendo. No debo estar hecha para trabajar en equipo. Pensé que éste sería el trabajo ideal. ¿Por qué detesto tanto venir a trabajar?...”
Por el resto del día, una nube de descontento se posó sobre su mente.
Hasta que recordó que ese día era el cumpleaños de una buena amiga y la llamó para felicitarla.
Hasta que recordó que ese día era el cumpleaños de una buena amiga y la llamó para felicitarla.
Mientras hablaban, recordaron sobre el año anterior, y varias emociones comenzaron a surgir.
En el año anterior María había renunciado a un lugar de trabajo tóxico emocionalmente, y se dió permiso para emprender su propio proyecto personal a medio tiempo, mientras a su vez encontraba un nuevo trabajo que consideró perfecto para sus talentos.
De pronto, lo que había sucedido esa mañana ya no parecía tan dramático.
Cuando colgó el teléfono, se sentía llena de gratitud.
A menudo, cuando vemos una nube en nuestro horizonte emocional (aún si es una nube pequeña y no un huracán) no lo toleramos. Buscamos la paz perfecta, en vez de estabilidad.
¿Cómo controlar las emociones?
Nuestras emociones son tan cambiantes como el tiempo. No lo podemos controlar. Pero sí controlamos como reaccionamos a esos cambios.
Si llueve no es un problema si he traído mi paraguas. O si no me importa mojarme un poco.
De la misma forma, el pequeño desacuerdo de María con su jefe era una nube cruzando por el cielo azul (sólo que María pensaba que no estaba cruzando lo suficientemente rápido!)
Es importantísimo ser consciente de la naturaleza cambiante y pasajera de nuestros sentimientos. Es vital para nuestra salud emocional.
“Ahora no es para siempre”
Podemos aplicar esto a nuestras vidas con 3 cambios:
Cuando nos sentimos mal, es muy fácil “analizar” nuestra vida y encontrar que la culpa por nuestros problemas son los demás, las circunstancias o las cosas.
A qué nos volvemos creativos?
La peor parte es que comenzamos a creernos estas generalizaciones. Ganar perspectiva significa ajustar el enfoque de mi lente con que veo la vida, en vez de dejar que lo que siento consuma todo mi campo de visión.
Es recordar que lo que “es” en este momento, pasará. Mis problemas de hoy no serán los mismos dentro de un año. La mejor forma de afrontarlos es ver cada problema como un maestro potencial.
2. Toma acción conscientemente.
Muchas veces creamos sufrimiento adicional. Es como estar en una tormenta, y en vez de buscar refugio nos quedamos parados quejándonos del viento, la lluvia y las injusticias de la vida.
La tormenta está ahí, pero el sufrimiento de estar a la intemperie quejándome es mi decisión.
A veces una acción consciente puede ser un pequeño paso que transforme la manera en que vez la vida.
Para algunos será su trabajo interno de crecimiento personal, meditar, yoga… pero habrá momentos que requieran cambios más dramáticos y no servirá de mucho meditar o hacer yoga para que cambie el problema…
Si estás en medio de la tormenta, puede ayudar meditar, pero primero busca como ponerte al reparo!
Por ejemplo, en el caso de María, su primera acción consciente fue dejar su lugar original de trabajo. Reconoció que no podía cambiar o controlar el ambiente tóxico de trabajo, pero podía elegir trabajar en uno mejor.
3. Ayuda a otros.
A veces necesitamos dejar de mirar nuestros ombligos metafísicos y abrir nuestra visión del mundo invirtiendo tiempo, esfuerzo y dones mejorando las vidas de los demás.
Al ayudar a otros, conectamos con las heridas de esas personas, y nos recuerda que debemos practicar la gratitud.
Cuando dejamos de estar enfocados sólo en nuestras propias frustraciones y nos enfocamos en ayudar a otros (haciendo voluntariado, o tomando un café con un amigo en problemas) creamos una expansión interna que calma la angustia.
No se trata de minimizar nuestros problemas. Sino del poder sanador de las conexiones. Del volvernos conscientes de que no sólo nosotros estamos sufriendo. De que es parte de la experiencia humana.
Cuando ayudamos a otro, nos damos cuenta que mi sufrimiento se relaciona con el sufrimiento de miles de otras personas en una experiencia común.
A veces necesitamos dejar de mirar nuestros ombligos metafísicos y abrir nuestra visión del mundo invirtiendo tiempo, esfuerzo y dones mejorando las vidas de los demás.
Al ayudar a otros, conectamos con las heridas de esas personas, y nos recuerda que debemos practicar la gratitud.
Cuando dejamos de estar enfocados sólo en nuestras propias frustraciones y nos enfocamos en ayudar a otros (haciendo voluntariado, o tomando un café con un amigo en problemas) creamos una expansión interna que calma la angustia.
No se trata de minimizar nuestros problemas. Sino del poder sanador de las conexiones. Del volvernos conscientes de que no sólo nosotros estamos sufriendo. De que es parte de la experiencia humana.
Cuando ayudamos a otro, nos damos cuenta que mi sufrimiento se relaciona con el sufrimiento de miles de otras personas en una experiencia común.
Esto (lo que sea que es) no es todo. Pero esto es inevitable. Y pasará.
Celebra el presente en vez de aferrarte a él porque el cambio es inevitable.
¿qué cambios harás para no dejarte arrastrar por emociones pasajeras?
¿qué cambios harás para no dejarte arrastrar por emociones pasajeras?